Super Bowl de la NFL

Varias ubicaciones, Estados Unidos

National Football League

Populous ha formado parte de la Super Bowl durante cuatro décadas, ayudando a orquestar miles de elementos, entre ellos, los preparativos del estadio, la gestión de operaciones o la construcción de las instalaciones para el día del partido, la mayoría de los cuales resultan invisibles tanto para los aficionados como para las cámaras de televisión. Toda esa atención al detalle implica que el centro de todas las miradas el día del partido caiga exactamente donde debe hacerlo: en el campo.

En 1967 se celebró la primera Super Bowl en Los Ángeles, en un estadio con 32 000 asientos sin ocupar. El entretenimiento previo al partido incluyó la actuación de un equipo de animación protagonizado por alumnos de un instituto local. No hace falta ser un fanático del fútbol para darse cuenta de cuánto han cambiado las cosas desde entonces. Y en esta increíble transformación, Populous ha representado un papel bastante notable.

Lo que en 1985 comenzó como una solicitud para ampliar las instalaciones para la decimonovena edición de la Super Bowl, se ha convertido en una colaboración con la NFL que se ha prolongado durante varias décadas. Dos mariscales de campo legendarios, Joe Montana y Dan Marino, se vieron las caras ante el enfrentamiento de sus respectivos equipos: el San Francisco 49ers contra el Miami Dolphins. El choque en el campo fue visto por una audiencia sin precedentes. Desde entonces, la liga deportiva más grande del mundo ha confiado su escaparate más importante del año a nuestro equipo diverso de expertos en eventos. 

Nuestra orientación experta conlleva la orquestación de miles de elementos, la mayoría de los cuales resultan invisibles para los aficionados fanáticos y para las cámaras de televisión. Como empresa coordinadora de la NFL, somos responsables de la planificación de operaciones y la gestión de las instalaciones del estadio anfitrión. Nuestro equipo supervisa todos los aspectos de la adquisición y construcción de las instalaciones de cara a las operaciones el día del partido, garantizando que se cumplan los más altos estándares. Incluso diseñamos el Teammate Check-In, una instalación externa donde cada una de las 14 000-16 000 personas que trabajan en el estadio el día del partido puede recoger sus credenciales.

La escala de operaciones y el espacio requerido para la Super Bowl eclipsan los de un partido cualquiera de la temporada regular. La seguridad requiere que el perímetro se extienda hacia afuera del estadio unos 90 metros como mínimo, creando un campus enorme que alberga todo tipo de estructuras temporales, desde edificios operativos como remolques de oficinas y carpas de seguridad, hasta espacios para fiestas y zonas para aficionados donde puedan reunirse antes del partido.  

Debe asegurarse que el cruce entre los espacios por delante y detrás del recinto estén integrados y no haya nada que pueda causar problemas. Queremos una experiencia inigualable tanto para los aficionados como para los equipos.

A través de un análisis sofisticado sobre el flujo y la dinámica del público, incluidos datos históricos recopilados de eventos pasados, podemos prever los horarios de las personas que se acercan al estadio y aumentar el número de personal en las horas punta para que la entrada al lugar sea lo más fluida posible. Esta información también es útil para trazar el recorrido de los aficionados, de modo que podamos brindar información sobre la estrategia de orientación.

En las últimas temporadas, hemos estado trabajando con las ciudades anfitrionas de la Super Bowl, diseñando planes maestros para el centro urbano y zonas destinadas a festivales y eventos para el público. Nuestra participación se extiende a la puesta en escena de la «Noche Inaugural», esto es, la presentación de los equipos participantes a la ciudad anfitriona.

Gracias a una planificación meticulosa y un trabajo en equipo, nuestro personal y socios de la NFL logran algo inolvidable cada año. Las ciudades anfitrionas atraen a visitantes durante los días previos y posteriores al partido, generando una actividad económica de millones de dólares. La NFL transmite su marca a cientos de millones de hogares en todo el mundo. En eventos de varios días, como los Juegos Olímpicos, cualquier problema que surja se puede solucionar y abordar durante los días siguientes. La Super Bowl no nos permite esa concesión, y es que solo disponemos de un día para que las cosas salgan bien. En ausencia de problemas antes, durante o después del partido, los aficionados pueden concentrarse en el fútbol y en la emoción que se genera a su alrededor.  

Nuestra orientación experta conlleva la orquestación de miles de elementos, la mayoría de los cuales resultan invisibles para los aficionados fanáticos y para las cámaras de televisión. Como empresa coordinadora de la NFL, somos responsables de la planificación de operaciones y la gestión de las instalaciones del estadio anfitrión. Nuestro equipo supervisa todos los aspectos de la adquisición y construcción de las instalaciones de cara a las operaciones el día del partido, garantizando que se cumplan los más altos estándares. Incluso diseñamos el Teammate Check-In, una instalación externa donde cada una de las 14 000-16 000 personas que trabajan en el estadio el día del partido puede recoger sus credenciales.

La escala de operaciones y el espacio requerido para la Super Bowl eclipsan los de un partido cualquiera de la temporada regular. La seguridad requiere que el perímetro se extienda hacia afuera del estadio unos 90 metros como mínimo, creando un campus enorme que alberga todo tipo de estructuras temporales, desde edificios operativos como remolques de oficinas y carpas de seguridad, hasta espacios para fiestas y zonas para aficionados donde puedan reunirse antes del partido.  

A través de un análisis sofisticado sobre el flujo y la dinámica del público, incluidos datos históricos recopilados de eventos pasados, podemos prever los horarios de las personas que se acercan al estadio y aumentar el número de personal en las horas punta para que la entrada al lugar sea lo más fluida posible. Esta información también es útil para trazar el recorrido de los aficionados, de modo que podamos brindar información sobre la estrategia de orientación.

En las últimas temporadas, hemos estado trabajando con las ciudades anfitrionas de la Super Bowl, diseñando planes maestros para el centro urbano y zonas destinadas a festivales y eventos para el público. Nuestra participación se extiende a la puesta en escena de la «Noche Inaugural», esto es, la presentación de los equipos participantes a la ciudad anfitriona.

Gracias a una planificación meticulosa y un trabajo en equipo, nuestro personal y socios de la NFL logran algo inolvidable cada año. Las ciudades anfitrionas atraen a visitantes durante los días previos y posteriores al partido, generando una actividad económica de millones de dólares. La NFL transmite su marca a cientos de millones de hogares en todo el mundo. En eventos de varios días, como los Juegos Olímpicos, cualquier problema que surja se puede solucionar y abordar durante los días siguientes. La Super Bowl no nos permite esa concesión, y es que solo disponemos de un día para que las cosas salgan bien. En ausencia de problemas antes, durante o después del partido, los aficionados pueden concentrarse en el fútbol y en la emoción que se genera a su alrededor.